
En septiembre de 2007 le escribí a una amiga...
"Cuando llueve extraño mucho a mi mamá. Ella tiene este mambo con la lluvia: cada vez que diluvia se pone en campaña para saber en dónde estamos sus hijas y si estamos bien, y sólo se tranquiliza cuando tiene la certeza de que estamos cada una en su casa, a resguardo, bajo techo seguro. Como si nuestros hogares simularan su vientre de nueve lunas en otro tiempo.
Por estos días me escribió un mail desde Madrid, y me dijo que estaba lloviendo. Imaginé que estaba preocupada, le contesté enseguida, contándole que todo andaba de maravillas. Y obvié contarle que... acá llovía también!!!"
Por estos días me escribió un mail desde Madrid, y me dijo que estaba lloviendo. Imaginé que estaba preocupada, le contesté enseguida, contándole que todo andaba de maravillas. Y obvié contarle que... acá llovía también!!!"
1 comentario:
Es increíble y mágico que un factor climático sea el disparador de recuerdos y sentimientos tan importantes...
Me gustó mucho leer estas palabras, Pau.
Un beso con lluvia...
Publicar un comentario