lunes, 14 de septiembre de 2009

domingo, 17 de mayo de 2009

miércoles, 7 de enero de 2009

Aquellos árboles


Un dibujo de María (http://dibujosconluz.blogspot.com/) me sacudió de nostalgia. De la nostalgia linda, esa que cuando recordás no duele. Pero que no deja de ser eso, nostalgia, y trae consigo un gustito a añoranza. Extrañar lo que ya no volverá.

Cuando vuelvo al barrio de mi niñez busco rostros que no encuentro, casas con jardín que hoy son moles de cemento, ambiciosos edificios de la ciudad capital. Busco esquinas que ya no guardan los secretos aquellos, busco los adoquines en donde mis pies se hundían en el verdín... qué gris y llano el asfalto que encuentro... Sólo los árboles son los mismos...

Hace unos días tomé coraje y volví. Recorrí cada rincón del mapa de mi nostalgia. Me guiaron mi pecho y mi excitación. Qué curioso cuando un escenario muta en otro. Porque hay algo que te dice que es el mismo, aunque vos sepas que no es así. ¿Será que no lo es porque nosotros también mutamos?

Caminé con los ojos, no recuerdo que mis pies tocaran el suelo de mi barrio. Lo podía sentir en el alma y en la mirada; en busca de algún recuerdo veloz los árboles fueron cómplices de mi pasado. Ellos guardan todas las voces, las risas, los besos de aquella niña adolescente que fui. Nos hicimos un guiño, y le susurré al viento que ellos me devuelven el paisaje que añoro. En Liniers.